Mexicanos al grito de guerra.

"Sí, somos una plaga. Sí, somos una vergüenza. Sí, somos mexicanos" -Rodrigo Solís.

Ante la situación que vive México en la que parece que se nos quiebra, se nos va de las manos, que se nos está apestando (...) con sangre por todos lados, violencia, extorsión y narcoterrorismo, Diego Monroy, rector de la Basílica de Guadalupe, llamó a no perder la esperanza, porque aunque hay cosas que parecen humanamente imposibles sí se pueden conseguir. (Ver noticia).

Leer cosas así lo inspiran a uno. El sentido de patriotismo sale a relucir al escuchar o leer noticias de que tu país puede salir adelante a pesar de todas las adversidades. Es como lo siguiente:

"México siempre ha estado dividido. Desde que nació, los liberales y los conservadores (en la actualidad, izquierda y derecha política) han peleado los unos contra los otros para imponer sus ideas aunque, eso sí, ambos bandos con un profundo amor a la Patria. La única ocasión en que todos se olvidaron de sus diferencias y pelearon juntos fue el 5 de mayo de 1862... la Batalla de Puebla. Ahí los mexicanos se unieron en un solo bando para pelear y derrotar al ejército mas poderoso del mundo. Si los resultados fueron tan buenos, ¿Por qué el País no se vuelve a unir para luchar una eterna Batalla de Puebla? Pues porque, simplemente, somos mexicanos"

Disculpen si lloro como colegiala debido al párrafo anterior, pero mi sentido patriota es muy fuerte cuando leo cosas así. Aunque de igual manera me siento avergonzado de ser mexicano al leer cosas como esta:

“Aquí nos dedicamos a dar buenos narcotraficantes, ¡y muy buenos! Esa es la verdad. Los de Sinaloa pueden parecer lo mismo; a lo mejor siguen siendo narcos puros, pero aquí ya es otra línea: controlan todo. ¿La sociedad?, está desmadrada totalmente. Está muy cabrón que una voz se acerque a los tiras y les diga algo. La raza tiene miedo. Ustedes mismos, los periodistas, si tocan un nervio, se los empinan antes de que salgan de Matamoros. Eso no es miedo, es la verdad”, lanza de un tirón Enrique, un sesentón que, asegura, ha conocido a jefes, jefes del narcotráfico en esta frontera, como Juan García Ábrego y Osiel Cárdenas. (Ver noticia).

 Estamos condenados a ser un país tercermundista.